Tem uma beleza esplêndida a tristeza, a solidão e a melancolia quando viram literatura... elas conseguiram se tornar alguma coisa e não ficaram presas em alguém

segunda-feira, 23 de agosto de 2010


Abrió los ojos y cerró inmediatamente.

Por Dios! Que dolor!

Era como si hubiera invadido sus ojos una gran cantidad de cristal machacado. El acto de abrir y cerrar convertía los parpados en afilados cuchillos que criaban, a la vez, diversos cortes pequeños y superficiales, pero dolorosos.

Llevó sus manos a su cara. Con aquellos dedos delgados y delicados, cuidadosamente, tocó la región ocular. Sintió una humedad que en seguida a esa primera sensación pudo ser identificada como un líquido abundante que se escurría por sus mejillas coloradas por el sol.

Era la sangre, notó el sabor que ya paseaba por sus labios.

Que desesperación!

Su corazón palpitaba aceleradísimo. Una tensión descontrolada. Era el dolor de la pierda que manchaba su cara con un rojo que jamás apreciaría de nuevo.

AAAAAAAY

Despertó histérica, abrió y cerró los ojos una serie de veces, sí, estaba bien. Respiró aliviada.

Una pesadilla.


Jaquelinne Felizardo

domingo, 8 de agosto de 2010

Era un despiadado monstruo femenino, su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, muchos sucumbieron al terror, hasta que un inevitable día, se encontró consigo misma y su incontrolable poder le destruyó.

...Hay que llenarse de valor para mirarse al espejo arriesgándose a convertirse en piedra.


Jaquelinne Felizardo

...A ver si puedo sacar algo de mi...

... despacito que duele...