Después de algunas horas, abrió sus ojos preocupados que
ni las pastillas podían hacer descansar. Triste desequilibrio, no sabía
que hacer. Miró alrededor y sintió como si las paredes le pudiesen engullir,
que angustia sentir… sentir ese vacio… ese vacio que no se va, ni con alcohol,
ni con otras carnes, ni con nada…
Se levantó, no podía dejarse llevar por esa
tristeza, hizo un café con leche y mientras disfrutaba de su momento
placentero, invadió su mente un recuerdo… su sonrisa. Hacia tiempo que no
pensaba, era su manera de tirar adelante, fue involuntario pero desestabilizador…
lo había tenido todo y fue como tirar diamantes a la basura... Sí, fue una
completa idiotez, pero mas idiota era intentar sustituir diamantes por cristal…
totalmente incoherente… Se enfrió el café con leche, había pensado
demasiado. Ya no había nada que hacer… por lo menos que no falte las burbujas
del cava, ese vacio llenando el vacio...